Hoy traigo una entrada nueva con un formato bastante original, porque no suelo poner fotos de las modelos, pero en esta ocasión me han dado permiso los papás.
Aprovechando nuestro paseo matinal al parque he hecho estas fotos para compartir mi última labor, un vestido de villela azul marino con un estampado lineal que me encanta.
La tela fué regalo de mi amiga Pilar a la cual se la agredecemos Claudia, su mamá y yo, porque además de ser un precioso detalle es una tela estupenda, con una calidad excelente.
El patrón no puede ser más simple, cortado al talle con medias mangas y falda fruncida, solo le he puesto como adorno unos cuellos de tamaño medio y los filos de las manguitas en bellut rojo. Creo que la tela no admite ni necesita nada más y lo encuentro bonito tanto para diario como para cualquier ocasión.
Como siempre que estrena un vestido se le ve algo holgado, hay que procurar que dure al menos la temporada, porque tal como crecen los niños de no ser así no se amortizaría ni el trabajo.
No puedo resistir la tentación de enseñaros esta foto donde se puede ver la soltura de los patos y la naturalidad de la niña ante el acoso.
Con las medias en color crudo y los zapatitos en rojo creo que queda muy mono, es un modelo cómodo y ponible.
En la foto de arriba podéis verla como casi siempre con su amigo favorito, mi paciente y amable caniche Kiko.
Cómo ya os he mostrado mil veces todos los acabados e interiores de mis creaciones, en esta ocasión me apetecía compartir las fotos de la modelo con la última obra.
Gracias por vuestro tiempo y a alguien le sirve de ayuda para decidir una labor, me alegraré mucho.
